EFE
Unos doce países
americanos han optado por despenalizar el consumo personal de droga y pese a
eso no ha aumentado el consumo, según dijo hoy Paul E. Simons, secretario
ejecutivo de la
Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas
(CICAD) de la
Organización de Estados Americanos (OEA).
En una entrevista con
Efe Simons destacó que el problema de la droga "debe ser tratado desde el
punto de vista de salud pública" porque "la drogodependencia es
realmente una enfermedad y los servicios de salud tienen que prestarle
atención". Simons expuso hoy en la Tribuna Efe-Casa
América el informe que le encargaron los países de la OEA sobre la situación del
problema de la droga en el hemisferio americano y las perspectivas para 2025.
"Hemos puesto
todas las ideas sobre la mesa para los Estados miembros (de la OEA ) y ahora se ha lanzado el
diálogo y el debate", dijo al referirse a los siguientes pasos tras la
publicación del informe, en mayo pasado. El propósito de este informe "fue
lanzar el debate en el hemisferio", según dijo al afirmar que en ese
contexto "hay muchos más nexos entre la sociedad civil y los gobiernos
(...), se está hablando mucho más del tema".
En el problema de la
droga "no hay soluciones muy simplistas", señaló al augurar que
"se va a seguir haciendo progresos durante mucho tiempo". "La
despenalización del consumo personal (de droga) es algo que se ha tratado en el
informe y se ha notado que unos 12 países ya han adoptado ese modelo y no se ha
visto un incremento en el consumo", dijo Simons. "Hay muchos países
en Europa que han despenalizado el consumo personal, como España", añadió.
Esta forma de abordar
el problema contribuye a "evitar la sobrepoblación de las cárceles con
personas que consumen pequeñas cantidades", señaló al considerar también
que el modelo "se debe estudiar más". Preguntado sobre el modelo
español, respondió que "no hablaría de copiar, pero si hay elementos muy
interesantes (...) aquí en España, que podrían ser un poco de referente para el
hemisferio", al citar como ejemplo los servicios de salud y el sistema de
prisiones.
"Hemos trabajado
muchos años con expertos españoles en el tema lavado de dinero, en el tema de
manejo de activos decomisados (...) así que creo que hay una gran riqueza de
experiencia en España que se puede aprovechar en el hemisferio", concluyó.
Resaltó que además de ser un problema de salud pública, las drogas provocan
violencia y "los países que han logrado una cierta institucionalidad en
sus servicios policiales y de justicia" el impacto del narcotráfico es
menor.
Otro aspecto
destacado en el informe es que el problema de la droga en América "es muy
diferente de un país a otro", dijo al señalar que "algunos países
están muy afectados por la violencia, otros por el consumo y otros por exceso
de personas en las prisiones". "La respuesta tiene que tener una
cierta flexibilidad para acomodar" las diferentes necesidades y al mismo
tiempo seguir "en una línea común", señaló al recordar que en el
hemisferio americano se han consensuado tres estrategias contra la droga y
"es importante seguir en esa unidad".
Destacó que
"entre países de tránsito y productores de droga y los consumidores la
cooperación es muy importante (para combatirla). Es un gran desafío para
nuestros países miembros", sentenció. En ese contexto, dijo que la OEA y la CICAD están dedicados a
promover esa cooperación. Explicó que países como España y la UE en su conjunto "ayudan
mucho" a países americanos por medio de algunos proyectos de cooperación a
la profesionalización y desarrollo institucional.
Otro de los aspectos
que ha quedado reflejado en el informe "es la falta de recursos para esos
programas, especialmente para la reducción de demanda" de droga, dijo.
"La mayoría de los recursos van a programas de control y parece que se
necesitan más del lado de la demanda. Ojalá sea la tendencia del futuro",
manifestó al referirse a la necesidad de un mayor énfasis en el aspecto de
salud pública.
Milenio.com, 4-11-13