Hace unos días el
Parlamento Europeo rechazó, por 351 votos a favor frente a 319 en contra (y 18
abstenciones) la aprobación del Informe sobre salud sexual y reproductiva
elaborado por la socialista portuguesa Edite Estrela. Este Informe ha sido
devuelto a la Comisión
de Derechos de la Mujer ,
que próximamente lo enviará de nuevo al Parlamento para someterlo a una nueva
votación.
El conocido como
Informe Estrela suponía una clara usurpación del Estado de la patria potestad y
la eliminación de derechos tan básicos para los padres como el de la educación
de los hijos según sus convicciones. De haber sido aprobado este Informe, todo
lo relativo a la educación sexual y la educación moral de los hijos pasaba a
ser competencia exclusiva del Estado de turno.
El Informe
Estrela:
· Pretendía socavar la autoridad
paterna en temas tan íntimos como la educación sexual de los hijos, con
propuestas tales como “eliminar todas las barreras que obstaculizan el acceso
de niñas y niños a métodos anticonceptivos seguros, efectivos y asequibles,
incluidos los preservativos, y a proporcionar información clara sobre
anticonceptivos”
· Pretendía imponer el aborto como
“un asunto concerniente a los derechos humanos” que en los Estados miembros
debería ser “legal, seguro y accesible a todos”.
· Además de intentar el
reconocimiento de un llamado “derecho al aborto”, se criticaba la existencia en
algunos países, tanto de un periodo de espera obligatorio antes de abortar por
ser “médicamente innecesario” como que las menores de edad requiriesen un
permiso paterno. El Informe solicitaba claramente que las menores de edad
“puedan acceder (al aborto) sin el consentimiento de sus padres o tutores”. De
nuevo, usurpación de la patria potestad por el Estado.
· Proponía la restricción del
derecho a la objeción de conciencia por ser considerado, literalmente, un
“obstáculo” para establecer el supuesto “derecho al aborto”.
· Solicitaba a los Estados miembros
de la UE “que
garantizaran la obligatoriedad de una educación afectivo-sexual, apropiada
según las edades y con orientación de género, para todos los niños y
adolescentes (tanto dentro como fuera de la escuela)”.
· Proponía implantar la ideología
de género en toda la enseñanza primaria y secundaria, donde se debería
“transmitir una imagen positiva de la comunidad lesbiana, gay, bisexual,
transexual e intersexual (LGBTI)” así como “garantizar que los niños y jóvenes
ejerzan su derecho a solicitar, recibir y comunicar información sobre
sexualidad, incluida la orientación sexual, la identidad sexual y la expresión
de género de manera adecuada para su edad y sensible respecto al género”.
· Solicitaba el acceso universal a
los tratamientos de fertilidad, cambiando el marco que establece que a dichos
tratamientos médicos sólo pueden acceder mujeres con problemas de fertilidad a
otro “no discriminatorio” que garantizase “el acceso a los tratamientos de
fertilidad y la asistencia médica para la procreación en el caso de mujeres
solteras y lesbianas”.
El IPF se congratula
y se felicita del resultado acaecido en Estrasburgo, especialmente cuando todo
indicaba que dicho Informe iba a ser aprobado. Por ello, queremos aprovechar
estas líneas para compartir con vosotros este triunfo por la vida y la libertad
de educación de los padres sobre sus hijos, porque sin vuestra ayuda, la de
instituciones nacionales e internacionales que trabajan por la familia y la
vida y por los políticos y grupos políticos que votaron en contra de ésta
aberrante propuesta, ninguno de estos pasos hacia adelante en favor de la
familia serían posibles. Sin embargo, desde el IPF debemos de seguir muy alerta
ante la evolución de este Informe ya que, pese a ser devuelto a la Comisión para que se
revisen los numerosos puntos conflictivos y regresivos para la familia que
contenía, éste había sido elaborado en colaboración con la organización
proabortista internacional Planned Parenthood Federation, lo cual hace temer
que volverán a intentarlo.
Saludos Cordiales,
Eduardo Hertfelder de
Aldecoa
Instituto de Política
Familiar (IPGF)