El proyecto de
reforma y unificación de los Códigos Civil y Comercial fue aprobado esta
madrugada con votos 39 votos a favor y 1 en contra. Diputados lo tratará el
próximo año.
Antes de iniciar el
debate sobre el contenido del Código el senador Ernesto Sanz (UCR, Mza.)
preguntó si se lo pretendía aprobar a “libro cerrado” aduciendo que el
reglamento no lo permite y que desde lo político “es un atropello”. El senador
José Cano (UCR, Tucumán) aseguró que por las modificaciones improvisadas a
último momento hay incoherencias en el Código destacando que colisionan el art.
19 -que reconoce el inicio de la existencia de la persona en el momento de la
concepción- con el 561 -que permite revocar el consentimiento prestado para los
tratamientos de fecundación artificial hasta la implantación del embrión-.
Giustiniani (PS) y Rodríguez Saá (PJ San Luis) señalaron el apuro con el que se
pretendía avanzar. El jefe de la bancada oficialista, Miguel Ángel Pichetto,
dijo que estaban dispuestos a debatir los artículos más polémicos pero que es
la cámara de Diputados la que va a procesar, con más tiempo, las diferencias.
Tras 12 horas de
debate Pichetto anticipó que se iba a votar el dictamen del kirchnerismo con
las dos modificaciones propuestas por la senadora oficialista Sandra Giménez
sobre la potestad de las provincias en los plazos de los tributos (art. 2532) y
plazos genéricos (art. 2560). El anuncio de la votación a libro cerrado motivó
el retiro de la oposición por lo que el FpV aprobó en soledad su Código. Se
quedó el salteño Agustín Pérez Alsina que votó en contra.
Breves
consideraciones sobre el texto aprobado:
Derecho a la Vida
Comienzo de la
existencia. Si bien se modificó la redacción original del artículo 19 que ahora
reconoce que la existencia de la persona humana comienza con la concepción; el
artículo 21 sigue distinguiendo entre el “concebido o implantado” y en el
artículo 20 se utiliza la expresión “época de la concepción” lo que induce a
asociar a la concepción con un proceso y no con un instante. Además, la
cláusula transitoria segunda del artículo 9°, del proyecto de ley aprobatoria,
establece que “La protección del embrión no implantado será objeto de una ley
especial.”, lo cual mantiene un doble estándar de protección desigual para
seres humanos iguales en naturaleza y dignidad. En similar dirección, el
artículo 561, relativo a la posibilidad de revocar el consentimiento informado
otorgado para la realización de prácticas de fecundación artificial, prescribe
que el mismo puede revocarse “mientras no se haya producido la concepción en la
persona o la implantación del embrión”.
Fecundación
artificial. Regula algunos aspectos relativos a la fecundación artificial a la
que eufemísticamente denomina “técnicas de reproducción humana asistida”, una
técnica que vulnera la dignidad de la persona.
“Derecho al hijo”. Se
prioriza un inexistente y deletéreo “derecho al hijo” por sobre los derechos
concretos del ser humano concebido y gestado mediante prácticas artificiales,
cuyo declamado interés superior, en los hechos, brilla por su ausencia.
Discriminaciones
injustas por el modo en que las personas fueron concebidas. Se incorpora en la
legislación una nueva y arbitraria distinción entre los niños concebidos por
medio de estas técnicas y los niños concebidos de modo natural, puesto que
mientras que en estos últimos casos, la filiación se determina (como no puede
ser de otro modo) por la verdad biológica, en los supuestos de fecundación
artificial la determinación de la filiación se realiza en función del
“consentimiento” de las personas que resulten ser los “comitentes” cuya
“voluntad procreacional” diera lugar al empleo de estas prácticas.
Derecho a la
identidad. Se prioriza la llamada “voluntad procreacional” por sobre la
paternidad biológica con independencia de quién haya aportado los gametos,
destruyéndose intencional y arbitrariamente los vínculos de identidad de los
niños “producidos” mediante técnicas de fecundación artificial, quienes como
regla general tendrían vedado el conocimiento de su identidad genética,
careciendo de acciones para reclamar la filiación a sus verdaderos padres o
impugnar la que le resultare impuesta.
Multiplicidad de
personas involucradas en una gestación. Admite la “producción” de niños por la
voluntad procreacional de una sola mujer o un solo varón, un varón y una mujer,
dos mujeres o dos varones, con lo cual si bien se limita la posibilidad de
vínculos filiatorios a dos como máximo, podría darse el caso de que un niño
llegue a tener hasta cuatro o cinco personas involucradas en su
“paternidad-maternidad”.
Incertidumbre sobre
el destino de los embriones no implantados. Se pone particularmente de
manifiesto en aquellos supuestos en que los que accedieron a la práctica hagan
uso del “derecho” a revocar su consentimiento antes de la implantación del
embrión, lo cual resulta incompatible con su dignidad humana y con el interés
superior cuya condición de niños exige considerar primordialmente.
Familia
Establece para
“matrimonios” entre personas del mismo sexo un trato igualitario en materia de
adopción y fecundación artificial.
Prohíbe casarse como
Dios manda. Declara nula la cláusula que determinare el carácter indisoluble de
un matrimonio. Elimina la posibilidad de separase sin disolver el vínculo
matrimonial. Los cónyuges no tendrán que ser fieles.
“Divorcio express”.
El divorcio se podrá tramitar, sin expresión de causa, por la decisión
unilateral de uno de los cónyuges y en un breve lapso.
“Uniones
igualitarias”. Regula la “unión convivencial”, basada “en relaciones afectivas
de carácter singular, pública, notoria, estable y permanente entre dos personas
que comparten un proyecto de vida en común, sean del mismo o diferente sexo”.
Deberes y derechos de
los padres. Sustituye a la “patria potestad” por la “responsabilidad parental”
que no menciona a los padres sino a los “progenitores”, una expresión más
genérica que evita incompatibilidades en los casos de parejas del mismo sexo y
de fecundación artificial. El ejercicio de la “responsabilidad parental” puede
ser delegado en un pariente, o en un tercero idóneo. Cuando un menor abandone
el hogar el padre no podrá solicitar el auxilio de la autoridad pública para
hacerlo regresar, aunque esté retenido por una secta que corrompe menores.
“Familias
ensambladas”: regula los “Deberes y derechos de los progenitores e hijos
afines” (hijos del nuevo cónyuge o conviviente). La intromisión del “progenitor
afín” terminará menoscabando la relación entre el hijo y el padre o la madre
que no conviva con él.
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CÓDIGO CIVIL: EL
DEBATE EN EL SENADO
Abrieron el debate,
como miembros informantes, los kirchneristas Marcelo Fuentes y Aníbal
Fernández. Fuentes mencionó las razones para reformar el Código: la reforma
constitucional del 94, el dictado de las “leyes igualitarias” incorporadas en
el Código y el hecho de que muchos legisladores que habían hecho un intenso
trabajo para la reforma dejaran sus bancas. Fernández: “en este Código
encuentran derechos los marginales, los vulnerables y los discriminados. Se
explayó sobre el tema de familia, elogió las leyes de matrimonio civil,
divorcio vincular y “matrimonio igualitario”. “La familia ya no es una familia
rígida”. Ponderó el divorcio express, poner “trabas” como las audiencias de
conciliación, para Fernández, es vulnerar la “autonomía de la voluntad”.
Celebró que ahora la gente se divorcie en lugar de separarse. Afirmó que la
disolución del vínculo no va en contra de la familia que por el contrario
contribuye a la paz familiar y social.
Ernesto Sanz (UCR.
Mza.) recordó que el reconocimiento de los hijos extramatrimoniales, la patria
potestad compartida y el divorcio vincular son “logros radicales”. Se quejó del
precipitado desenlace que tuvo el proceso de la reforma del Código. Fustigó a
grupos de “retrógrados y fundamentalistas” que en Rosario discutieron con la
diputada Storani sobre el artículo 19 del Código que alude al comienzo de la
existencia. “No hay nada que tenga que ver tanto con la vida y el amor como
garantizarle a las parejas que no pueden tener hijos el acceso a las técnicas
de reproducción asistida”. Resaltó como Cano la incongruencia entre los art. 19
y el 561. Exaltó los avances en materia de derecho de familia y criticó la
eliminación de la función social de la propiedad, el derecho al agua y la
responsabilidad del Estado.
Sonia Escudero (FpV,
Salta) contó que había llegado al Senado para trabajar fundamentalmente por dos
cosas: los derechos de las mujeres y los de los pueblos indígenas. Se refirió a
la modificación del art. 19, “dice que la vida comienza con la concepción pero
¿cuándo es la concepción? porque hay distintas posiciones”, el problema, afirmó
Escudero, lo zanja el art. 21 que no se modificó: “no es persona el que no
tiene la posibilidad de nacer y eso no pasa hasta que el embrión esté
implantado”. “En un embrión no implantado hay vida pero no es una persona”,
enfatizó. “No tengo problemas con que se diga que la vida comienza con la
concepción porque los jueces igual van a hacer una correcta interpretación”.
Liliana Negre
(Compromiso Federal, San Luis) dijo que no estaba de acuerdo con incluir la
jurisprudencia en las fuentes del derecho porque según la puntana primero se
produce el hecho social y después “el legislador toma la realidad social y la
transforma en ley”. Se dedicó luego a fundamentar profusamente el derecho a la
vida conforme lo reconoce la normativa vigente, citó al Código Civil vigente,
tratados internacionales, constituciones provinciales y jurisprudencia.
Solicitó la modificación de los artículos 21 y 561, reclamó que se garantice el
derecho a la identidad de los niños nacidos mediante técnicas de fecundación
artificial y que la fidelidad conyugal no sea sólo un deber moral.
Norma Morandini
(Frente Cívico, Cba.) aclaró que ella viene trabajando desde hace mucho por “el
derecho al aborto”. “Hiere la forma en que se modificó el art. 19, entre gallos
y medias noches”. “La vida es cambiante y plural”. “La vida se moderniza con la
democracia”. Pidió que el Código “se impregne con la filosofía de los derechos
humanos”.
Nanci Parrilli (FpV,
Neuquén) señaló que hay distintas concepciones filosóficas y destacó la
importancia de “hacer un Código para una sociedad multicultural”.
Eugenio “Nito” Artaza
(UCR, Ctes.) dijo que este Código le da ganas de volverse a casar, pero los
sectores más vulnerable no están contemplados, “ni siquiera tienen derecho al
agua”. Avanzamos con fecundación artificial y hoy damos marcha atrás. “La
religión se encarga de las cosas de arriba y nosotros tenemos que legislar
sobre lo temporal”.
Graciela Di Perna
(FpV, Chubut) criticó la modificación del art. 19 que colisiona con otros
artículos. “La concepción es un proceso que comienza con la fecundación y
culmina con la implantación” como lo interpretó la CorteIDH, afirmó Di Perna.
“El inicio de la vida es un proceso, como la muerte”. Se quejó finalmente de
que se haya quitado la selección genética con el fin de eliminar a los
embriones que tienen predisposición a desarrollar la misma enfermedad que
padecen sus padres.
El senador Marcelo
Guinle (FpV, Chubut) enfatizó que no se sacó la responsabilidad de Estado, como
dicen los opositores, porque Diputados aprobó una ley especial.
Luis Petcoff
Naidenoff (UCR, Formosa) se dedicó a hablar especialmente de la eliminación del
derecho al agua y describió el trabajo realizado para tratar de paliar el
“hambre de agua” en su provincia.
Osvaldo López (ARI,
T. del Fuego) sostuvo que hay “contraposición entre el dogma y el debate”. “El
tema de la vida se enfoca desde el dogma y si el dogma reemplaza al debate
cerramos el parlamento”. “Los que hablan de la vida hacen mucho hincapié en la
biología y desde esa perspectiva la persona no vale más que la remolacha o la
araña”.
Sandra Giménez (FpV,
Misiones) defendió los avances del Código en materia de familia, en derechos
ambientales pero leyó una carta del presidente de la cámara de Diputados de
Misiones donde manifiestan la preocupación por cuestiones que entienden que
deben regirse por leyes provinciales.
Blanca Monllau
(Frente Cívico, Catamarca) afirmó que estas sesiones son un simulacro de
participación y de debate. “La fuerza del número invisibiliza las voces
disonantes”. Coincidió con las modificaciones propuestas por Liliana Negre.
Jaime Linares (FAP,
BsAs) sostuvo que lo que estaban haciendo era un tratamiento del Código más
político que técnico. “Las segmentaciones hechas a la redacción original
afectan la coherencia”.
Pablo González (FpV,
Sta. Cruz) entiende que este Código al igual que las leyes sancionadas en el
último tiempo (“matrimonio igualitario”, identidad de género) “amplía
derechos”. Ponderó las incorporaciones hechas en materia de adopción y dedicó
buena parte de su discurso a criticar al grupo Clarín.
Alfredo Martínez
(UCR, Sta. Cruz) destacó las coincidencias que tenían con el proyecto original,
particularmente en lo referido a familia. Habló de los derechos de los pueblos
originarios. Dijo que las mismas organizaciones con las que habían trabajado
fecundación artificial le pedían que traten de volver atrás la modificación del
art. 19.
Daniel Filmus (FpV,
Cap. Fed.) exaltó “las transformaciones profundas” que realizaron en 10 años de
gobierno. Afirmó que este Código sería impensable sin las transformaciones
sociales previas. Mencionó que en el caso del art. 19 es importante dejar
planteada la voluntad del legislador porque se habían manifestado dos miradas y
la taquigráfica se va a revisar a la hora de tener que interpretarlo. Afirmó
que el oficialismo tiene la mirada de Escudero, no la de Negre, por eso es que
permanecen los art. 21 y 561. “Lo dejo sentado para que los jueces conozcan la
voluntad del legislador”. “Nosotros le pedimos opinión al CECTE, Comité de Ética
en la Ciencia y la Tecnología que depende del Ministerio de Educación, y ellos
plantean que el ser humano es un mamífero placentario que necesita la
información ambiental del útero para ser una persona”. Leyó párrafos del fallo
de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso Artavia Murillo,
entre ellos, “sólo con la implantación se cierra el ciclo de la concepción” y
se dedicó a rebatir el discurso de Negre. En materia de derecho de familia
ponderó las “uniones convivenciales”, el concepto de “responsabilidad parental”
al que calificó de un avance sustantivo en la “igualdad de género” y las
“familias ensambladas” una ley que impulsa personalmente desde hace años y que
contempla situaciones como la suya.
Mario Cimadevilla
(UCR, Chubut) estimó que hubo una ficción de participación. “Un Código Civil es
muy importante para que se avance sólo con la idea del Gobierno”. “Este Código
es una regresión” se eliminaron la función punitiva disuasoria, la
responsabilidad del Estado, la responsabilidad social. “La única razón para
eliminar estas instituciones es garantizar la impunidad de los funcionarios”.
María Rosa Díaz (ARI,
T. del Fuego): “comparto lo dicho por Filmus sobre el artículo 19 pero quedaría
mejor expresado con la redacción original”.
Samuel Cabanchik (CC,
Cap.Fed.) afirmó que había un enorme grado de acuerdo en la mayoría de las
cuestiones porque “este Código Civil fue escrito antes por al sociedad”. “Toda
la legislación progresista, en el mejor sentido de la palabra, que hemos ido sancionando
está dentro del Código”. Dijo finalmente que estaba totalmente de acuerdo con
la interpretación que había hecho Filmus del artículo 19 pero propuso una
redacción que defina expresamente a la persona humana como un “proceso”.
José Cano (UCR, Tucumán)
rechazó los pactos hechos a último momento y criticó que se hubieran ladeado
derechos fundamentales, entre ellos, el derecho a la vivienda y al agua. Con
respecto al artículo 19 sostuvo que la redacción del dictamen del oficialismo
no dejó clara ni la teoría que abona Negre ni la de Filmus. Según Cano si la
interpretación del oficialismo es la de Filmus se violentó la buena fe del
bloque que planteó la modificación e hizo el acuerdo, y lo tendrían que
aclarar.
Rubén Giustiniani
(PS, Sta. Fe): “No es un buen final la media sanción que vamos a dar hoy, nadie
va a ser Napoleón o Vélez”. “Esta aprobación no se va a poder festejar”.
“¿Quién garantiza que Diputados lo trate el próximo año? ¿Cómo lo va a tratar
Diputados?” Le imputó al Código retrocesos: la eliminación del derecho al agua,
no hablar de la función social de la propiedad, no incluir la responsabilidad
del Estado. Con respecto al artículo 19 recordó la fundamentación que
Kemelmajer de Carlucci esgrimió ante la Bicameral y solicitó que esa parte de
la taquigráfica de la Bicameral se incluya en la de la sesión. Entre los
argumentos de Kemelmajer que ponderó Giustiniani está: “si nosotros decimos que
el embrión es persona, aún cuando no está implantado no podemos hacer lo que
está haciendo Brasil que está investigando sobre la base de embriones
‘sobrantes’, para poder curar enfermedades terribles”.
Gerardo Morales (UCR,
Jujuy) sostuvo que la cuestión de fondo es el modo en que el Gobierno entiende
al estado, al gobierno y a la sociedad. Destacó que hay grandes avances en
materia de familia pero en otros temas, como adopción, se quedan a mitad de
camino. Describió con ironía la picardía del oficialismo en algunos cambios
hechos en la redacción original, por ejemplo suprimir un artículo y desdoblar
el anterior para no tener que renumerar. Coincidió con la explicación que
Filmus dio del artículo 19 y se quejó de que en un tema en que todos estaban de
acuerdo hubiera primado “el acuerdo con una Iglesia anquilosada que plantea
discusiones retrógradas”. Enfatizó finalmente que “el Gobierno logró un Código
pero no una construcción colectiva”.
Miguel Ángel Pichetto
(FpV, Río Negro) lamentó que la oposición buscara sólo aspectos negativos en el
Código. Confesó que no comparte el criterio del Código que es “el de los
civilistas de UBA y el de la Corte de los últimos tiempos” pero se sujeta a la
disciplina partidaria. “El artículo 19 no me satisface porque tengo un
pensamiento laico”. “Me gustaba más el anterior y espero que Diputados vuelva a
la senda correcta”. Recordó que habían regulado fecundación artificial y
manifestó su deseo de que la cámara baja modifique el artículo 19. “La
interpretación del artículo 19 queda clara en el fallo Artavia Murillo”. Dijo
que desde el Código de Napoleón todos los Códigos se habían votado a libro
cerrado y anunció finalmente que así se iba a votar éste.
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NOTIVIDA, Año XIII,
Nº 908, 28 de noviembre de 2013