Marcos Shaw
infobae.com, 1-9-15
Los contactos entre Mauricio Macri y Sergio Massa
dejaron de ser un secreto a voces. Comenzaron después de las PASO del 9 de
agosto y se acrecentaron en medio del escándalo por el fraude en Tucumán. Hasta
ahora se sabía que los candidatos habían intercambiado llamados y se habían
visto las caras en al menos dos oportunidades: una fue en un estudio de televisión,
la otra durante la conferencia de prensa que compartieron con José Cano.
Pero hubo otra reunión, íntima y secreta, que los
protagonistas decidieron no filtrar a la prensa y hasta se preocuparon por
negarla ante la consulta de Infobae. Sin embargo el encuentro fue real y hay
varios testigos que relataron los detalles. El acercamiento se produjo el
miércoles 19 de agosto en el country Newman. El interlocutor que permitió el
contacto fue el intendente de Vicente López y primo del jefe de Gobierno, Jorge
Macri, quien mantiene una relación muy cercana con el ex intendente de Tigre.
Macri y Massa llegaron al club por la mañana y la
primera parada fue en la casa del empresario Nicolás Caputo, íntimo amigo y
hombre fundamental en las decisiones electorales del líder del PRO. Minutos más
tarde la charla continuó en la cancha de golf, sin intermediarios: Macri y
Massa estuvieron solos frente a frente. No hubo palos, pelotas ni caddies que
se interpusieran entre ellos.
Según pudo saber este medio, los candidatos hablaron
durante dos horas. Sellaron un pacto de no agresión para lo que resta de la
campaña. También se acordó trabajar en conjunto para que el 10 de diciembre sea
uno de ellos dos quien ocupe el sillón de la Casa Rosada. Aunque Macri, según
los sondeos, es quien se encamina al ballottage con Daniel Scioli, el tigrense,
fiel a su estilo, siempre dejó en claro que no se iba a bajar e iba a competir
el 25 de octubre con todas las fuerzas.
Por eso los términos de la conversación siempre fueron
entre "ganador" y "perdedor". Hubo entendimientos para tres
organismos. El perdedor tendrá injerencia en la Cancillería y en la dirección
del Banco Central durante un hipotético gobierno opositor. La Justicia será
controlada por los operadores del ganador.
Hasta ahora Macri y Massa aseguraron en público que
están preocupados por la fiscalización de las elecciones del 25 de octubre. El
acuerdo del miércoles 19 de agosto demuestra que además están empezando a
trabajar para asentar las bases de un eventual gobierno no kirchnerista a
partir del 10 de diciembre.