Miles de personas
marcharon por la regulación del cannabis y reclamaron que no se restrinja el
uso medicinal
Fernando Soriano
Infobae, 05 May,
2024
“Ni el porro te
hace malo ni leer la Biblia te hace santo”. Una chica recorre la plaza del Congreso con un cartón
pintado que expone la hipocresía de estos tiempos. Mientras Alemania acaba de
regular el uso adulto de la marihuana y Estados Unidos piensa en bajar el nivel
de peligrosidad del cannabis en las listas de sustancias prohibidas -para poder
avanzar hacia el paradigma del país europeo-, el gobierno argentino apunta al
sentido contrario y se encamina a restringir el uso medicinal y productivo de
esta planta milenaria, tal como adelantó Infobae semanas atrás.
Por eso este
sábado, en la tradicional Marcha Mundial de la Marihuana, miles de personas se
manifestaron en ciudades de todo el país para reclamar una nueva ley de drogas,
que ubique al usuario de cannabis mínimamente en el mismo lugar que el fumador
de tabaco o los consumidores de alcohol; es decir, lejos de la criminalización. Más allá del reclamo básico de todas las marchas
desde hace casi dos décadas, el tema sobre el que se puso énfasis fue el riesgo
que corre el registro de usuarios del Programa Cannabis del ministerio de
Salud, gracias al cual 170 mil personas pueden cultivar plantas en sus casas
para uso terapéutico. Por eso muchos levantaron carteles advirtiendo: “El
Reprocann no se toca”.
La convocatoria
más numerosa fue lógicamente la de Buenos Aires. Por primera vez en muchos
años, la marcha no se realizó debido a cierto temor de las organizaciones a ser
víctimas del protocolo de circulación del Ministerio de Seguridad y se acordó
con las fuerzas de seguridad una marcha simbólica alrededor de la plaza del
Congreso, de la que participó una multitud, concentrada luego sobre la avenida
Entre Ríos, bajo la cúpula y frente a un escenario desde donde una decena de
referentes leyeron el documento de los organizadores.
“A 7 años de la
aprobación de la ley de usos medicinales sostenemos que el Reprocann no se
toca, y seguimos exigiendo el pleno cumplimiento para el acceso a la salud de
todos los usuarios. Aún hoy continúan las dificultades y demoras en la
inscripción a este programa, por lo tanto exigimos la aprobación automática de
los reprocannes pendientes, usuarios medicinales, cultivadores solidarios y
ONG’s”, leyó Facundo De Luca, de la Agrupación de Cannabicultores del Sur.
Según informó el
vocero presidencial Manuel Adorni semanas atrás, hay 90 mil personas en la
lista de espera para conseguir la aprobación en el registro. El Reprocann
existe desde 2021 y habilita a que cualquier usuario que tenga la indicación
médica pueda comprar aceites de marihuana en farmacias y cultivar hasta nueve
plantas en su casa, no importa la patología que sufra, para fumarla o producir
sus aceites, tinturas y cremas caseras. Si el profesional de la salud considera
que le hace bien y adjunta la indicación a una base de datos de Salud de
Nación, el paciente, tras una evaluación de los profesionales que trabajan en
el Reprocann, tiene el derecho a acceder al cannabis por un plazo de tres años,
renovables, y a transportar hasta 40 gramos dentro del país.
Sin embargo, el
ministerio de Salud trabaja ahora en una nueva reglamentación de la legislación
para restringir las patologías permitidas a nueve. Según plantean, sólo sobre
estas hay “evidencias científicas” del beneficio de la planta. Se trata de
dolor oncológico, neuropatía post herpética, esclerosis múltiple, lesión medular
traumática, dolor del Sistema Neurológico Central, epilepsia refractaria,
autismo, dolor producido por Accidente Cerebro Vascular (ACV) y neuralgias.
“Gracias a esta
ley, miles de personas hoy cultivan su terapia legalmente, otras miles cultivan
legalmente para otras tantas que no pueden hacerlo, en un círculo virtuoso de
comunidad y solidaridad. Hoy hay diplomaturas en todo el país, dispositivos de
acompañamiento, investigación, hay un sistema de salud que cada vez más se abre
a las posibilidades terapéuticas de esta planta”, consideró Valeria Salech,
presidenta de Mamá Cultiva Argentina, con la preocupación de que todo eso se
achique o se termine.
Las agrupaciones
cannábicas plantearon también el fracaso de la guerra contra las drogas a nivel
mundial y la necesidad de una nueva perspectiva en política de drogas que no
persiga a los usuarios. En ese sentido, Emilio Ruchansy y Florencia Corbelle,
del Acuerdo por la Regulación Legal del Cannabis, una plataforma que suma a 50
organizaciones de distintas áreas, detallaron cómo evolucionó la
criminalización del autocultivo de cannabis en los últimos años en Argentina.
Basados en
estadística de la Justicia Federal, explicaron que las causas aumentaron
exponencialmente entre 2016 y 2019, un 58%, mientras que los expedientes por
tenencia para comercialización crecieron 30% y los de tenencia para consumo,
11%. “Esto quiere decir que con la ley de cannabis medicinal se amplió el
autocultivo y, en contra de lo que podría suponerse, también se recrudeción la
persecución a quienes cultivan”, analizó Corbelle, Doctora en Antropología por
la Universidad de Buenos Aires e investigadora del Conicet.
Ruchansky aportó
datos del Observatorio Argentino de Drogas, de la Sedronar, y reveló que “el
44,7 por ciento de la población está de acuerdo en regular la marihuana para
uso adulto o recreativo mientras que un 38,4% lo rechaza y un 10% está
indecisa”.
El periodista y
activista aseguró que “casi el 90 por ciento del porro que se consume en
Argentina son flores cultivadas y cosechadas en nuestro país, el resto es
marihuana prensada”, por lo que arengó a la multitud que escuchaba
antentamente: “Tenemos que defender los derechos que conseguimos todos estos
años. Herramientas como el Reprocann, la posibilidad de registrar semillas o el
funcionamiento de la Agencia de cannabis medicinal e industrial, son
fundamentales para lograr una regulación legal más adelante”.