Por Giselle Vargas
Aica, 14 Jul. 16, 2016
11 obispos de Chile y 100 representantes de diversos
ámbitos como la política, la administración pública y el mundo empresarial se
reunieron en la cena anual de agradecimiento organizada por la Academia de
Líderes Católicos el pasado lunes 11 de julio.
En el encuentro del 11 de julio se compartieron
diversos testimonios de quienes están involucrados en esta importante tarea.
El Arzobispo de Santiago, Cardenal Ricardo Ezzati,
agradeció el compromiso cristiano de los presentes, en especial, por hacer
posible que miles de jóvenes chilenos se formen a la luz de la Doctrina Social
de la Iglesia.
La Academia no sólo “ha tratado de formar un solo
joven bueno. Si no que ha tratado de infundir esa bondad que pueda cambiar el
mundo en tantos y tantas jóvenes de Santiago y de Chile”, expresó el Cardenal.
A su turno, el director general de la Academia de
Líderes Católicos, José Antonio Rosas dijo que “sabemos que a ustedes les toca
remar contra corriente, porque a pesar de la crisis de confianza que vive la
actividad política continúan luchando por reivindicarla y volver a
legitimarla”.
Rosas citó al Papa Francisco quien se refirió a la
política como “una de las formas más altas de la caridad porque busca el bien
común” con lo que el Santo Padre “nos recordó que el trabajo que ustedes tienen
no es fácil, pero como dijo él mismo: “ser político no es fácil pero tampoco es
fácil llegar a ser sacerdote”.
Esta fundación organiza desde hace 10 años la Escuela
de Líderes Católicos que en este tiempo ha formado más de cinco mil jóvenes de
secundaria, universitarios y profesionales en 150 comunas (distritos) de 14
diócesis del país.
Los jóvenes líderes católicos
En el contexto del Año de la Misericordia 300 jóvenes
participaron recientemente en el I Congreso Nacional de la Academia de Líderes
Católicos en la que expresaron que “lo que más influye en lo público es la coherencia,
decir y hacer lo correcto”.
“Hay que hacer más política comunitaria, aquella que
se expresa desde la familia, los barrios y las comunidades, tanto de la acción
social como política”.
Asimismo, consideran que la sociedad y el Estado deben
promover y “la unidad familiar, como núcleo fundamental para aprender a vivir
el amor y nutrirse de este”.
Ante el aborto, la eutanasia y la pena de muerte los
jóvenes afirmaron que “la libertad de uno comienza cuando termina la del otro,
desde este punto no podemos decidir sobre la vida del otro, transgrede la
dignidad de las personas y lo principal el derecho a vida de cada persona”.
“En los derechos humanos se tiene que implementar la
Doctrina Social de la Iglesia”, resaltaron.
Los jóvenes también reflexionaron acerca de las
personas privadas de libertad, los migrantes y la tolerancia entre otros temas,
con la convicción de aportar a la evangelización de Chile y el mundo.