Un científico israelí
asegura que la propagación del coronavirus disminuye a casi cero después de 70
días
Infobae, 22 de abril de 2020
La propagación del
coronavirus disminuye a casi cero después de 70 días, sin importar dónde
golpee, y sin importar las medidas que impongan los gobiernos para tratar de
contenerlo. Esa es la principal reflexión del estudio elaborado por el
científico militar Isaac Ben-Israel, quien actualmente se desempeña como
presidente de la Agencia Espacial Israelí y del Consejo Nacional de
Investigación y Desarrollo.
El estudio fue publicado el
16 de abril y examina el desarrollo de la enfermedad (COVID-19) durante las
primeras ocho semanas en Israel. Pero al mismo tiempo hace paralelismos con
otros países o ciudades, ya que, según el profesor, el análisis muestra que el
patrón es el mismo en todos los casos.
Específicamente, el objetivo
de la investigación era determinar si con el correr de las semanas se registra
un crecimiento exponencial entre los casos de nuevos contagios.
“El número de nuevos
infectados por día no aumenta a un ritmo constante, y por lo tanto el
crecimiento no es exponencial”, sostiene Ben-Israel. Para explicar esto, puso
como ejemplo los datos de su país, donde el incremento de nuevos pacientes
diarios alcanzó su punto máximo alrededor del día 41 hasta llegar a unos 700
infectados por días. Pero “desde entonces ha empezado a disminuir”.
Otro dato revelado por el
estudio es que en el inicio del brote en Israel el número de infectados se
duplicaba de dos a cuatro días. En la actualidad ese fenómeno se ve cada 30
días, “y sigue disminuyendo”.
“Otra forma de ver el
descenso de la enfermedad es observar las nuevas infecciones diarias en
relación con el número total de infecciones, es decir, el porcentaje de nuevas
infecciones por día”, indica el científico. Y agrega: “En las primeras cuatro o
cinco semanas desde que se descubrió la enfermedad en Israel, hubo
efectivamente un aumento exponencial de las infecciones, pero desde entonces ha
comenzado a moderarse”.
En esa línea, apuntó que el
número de nuevos casos por día alcanzó su punto máximo “unas seis semanas
después de que se descubriera la enfermedad”. Desde entonces ha estado en
constante disminución.
Ben-Israel asegura que este
comportamiento del virus es común en casi todos los países del mundo. Incluso
en Estados Unidos, el país con más infectados y más muertos reportados. “Este
fenómeno no es exclusivo de Israel ni de los Estados Unidos, representa un
fenómeno mundial”.
El estudio demuestra,
además, que tampoco hay grandes diferencias de acuerdo a las políticas
adoptadas por los gobiernos locales. En ese sentido, utilizó como ejemplos los
casos de Italia y Suecia. El primero, el país más afectado de Europa por el
coronavirus, impuso una estricta cuarentena. La nación nórdica, en tanto, no
aplicó ningún tipo de bloqueo. Pese a estas diferencias, la investigación
muestra una curva de propagación similar en ambos casos.
“Algunos pueden afirmar que la disminución del
número de pacientes diarios es el resultado del estricto bloqueo impuesto por
el gobierno y las autoridades sanitarias. El examen de los datos de diferentes
países del mundo pone un fuerte signo de interrogación sobre esa afirmación
(...) Resulta que el fenómeno es similar en todos los países en los que se
descubrió la enfermedad, independientemente de sus políticas de respuesta:
algunos impusieron un bloqueo severo e inmediato que incluía no sólo el
‘distanciamiento social’ y la prohibición del hacinamiento, sino también de la
economía, como Israel; algunos ‘ignoraron’ la infección y llevaron una vida
casi normal (como Taiwán, Corea del Sur o Suecia), y algunos adoptaron
inicialmente una política indulgente pero pronto aplicaron un cierre completo
(como Italia o el estado de Nueva York”.
Frente a estos escenarios,
el científico se pregunta: “¿Ha continuado el coronavirus propagándose
exponencialmente?”. “La respuesta es negativa. La propagación del virus
comienza a un ritmo exponencial, sin embargo, continúa moderándose y finalmente
se desvanece después de ocho semanas más o menos desde su aparición”.
Los cálculos de la
investigación muestran que el patrón de nuevas infecciones diarios, en relación
al porcentaje del número total de contagios (promediado semanalmente), es común
en cada país examinado. En la primera fase de la propagación, el porcentaje
ascendió a cerca del 30%; después de seis semanas disminuyó a un nivel menor al
10%; y finalmente alcanzó menos del 5% una semana después.
Impacto del confinamiento y
cómo volver a la normalidad
Ben-Israel subraya que “un
bloqueo severo tiene algunas implicaciones negativas”. “Su resultado inmediato
es un aumento del nivel de desempleo y la caída del PIB”. En Israel se calcula
que cada mes de bloqueo reduce el producto bruto en un 8%. Esto, sostiene,
provoca “un aumento de la pobreza”.
Mientras el mundo intenta
volver a la normalidad, el científico aconseja continuar respetando ciertas
medidas de seguridad sanitaria, como el uso de mascarillas y la prohibición de
reuniones masivas.
Además, destacó la
importancia de aumentar la capacidad de pruebas diarios: “Es fundamental
eliminar el cuello de botella que impide la expansión de las pruebas a
20.000-30.000 por día, y centrarse en la adquisición de hisopos médicos, kits
de pruebas y reactivos”.
Con relación a la apertura
de la economía, indicó que esto se debe hacer de forma escalonada. En primer
término, “aumentar la participación en la fuerza de trabajo al 50%”. Después de
una o dos semanas, “debería aumentar al 100%”, consideró.