y la apertura de sus
archivos
Germán Masserdotti
La Prensa, 05.04.2020
"Hoy, 2 de marzo de
2020 -afirmaba Johan Ickx-,por voluntad del Santo Padre
Francisco, los Archivos Históricos de la Sección para las Relaciones con los
Estados también abrieron los documentos del pontificado de Pío XII para que los
consultaran estudiosos de todo el mundo. Hace casi diez años, precisamente en
vista de esta apertura, los Superiores de la Secretaría de Estado decidieron
iniciar un proyecto de digitalización de toda la documentación relativa al
pontificado.
Un gran desafío tecnológico
para el Archivo Histórico, que se ha encontrado a idear los escenarios de
crecimiento y adaptación a largas distancias, pensando en hardware y software
capaces de soportar la considerable cantidad de documentos. A este propósito,
se diseñó y desarrolló un software con el que el fascículo digitalizado, como
una unidad de archivo más pequeña, se interconecta con un inventario. 1.300.000
documentos digitales, que se irán completando progresivamente con más de
700.000 otros documentos, para un equivalente de unos 323 metros lineales"
("Pío XII en la era digital, adelantos de los Archivos", en Vatican
News, 02/03/2020).
LECTURA GENERAL
La apertura de los nuevos
archivos sobre el venerable Pío XII -afirma Emilio Artiglieri, abogado de la
Curia romana y presidente del Comité del Papa Pacelli-Asociación Pío XII,
activo desde 2009, en un entrevista concedida el 5 de marzo de 2020 a Lucas
Marcolivio de La Nuova Bussola Quotidiana- "es una iniciativa de
trescientos sesenta grados, que involucra una pluralidad de archivos de todas
las instituciones de la Santa Sede: desde la Secretaría de Estado, hasta la
Penitenciaría Apostólica y las congregaciones. Estos documentos cubren toda la
duración del pontificado de Pío XII, dando una lectura general".
Además, Artiglieri está
convencido "que, con respecto a las relaciones con el mundo judío, será
necesario tener en cuenta la acción pastoral de Pacelli en su complejidad,
primero como nuncio apostólico en Alemania, luego como Cardenal Secretario de
Estado y finalmente como Papa".
La lectura general que
permitirá formular la mencionada apertura de los nuevos archivos es un dato muy
importante a tener en cuenta dado que no resulta justo reducir a Pío XII y su
figura al período de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Su pontificado duró
entre 1939 y 1958.
Tampoco se lo puede reducir
-con frecuencia de modo unilateral y a partir de una mirada prejuiciosa- a su
relación con el conocido Holocausto de los judíos practicado por el
nacionalsocialismo. Pío XII, entre otras cosas que podrían afirmarse de su
persona y obras, es el papa que escribió Encíclicas notables como la Summi
pontificatus (20-10-1939), su "programática", la Mystici Corporis
Christi (29-06-1943) sobre la Iglesia como Cuerpo Místico de Cristo, la Divino
afflante Spiritu (30-09-1943) sobre los estudios bíblicos, la Mediator Dei
(20-11-1947) sobre la sagrada liturgia, la Humani generis (12-08-1950) sobre
las falsas opiniones contra las fundamentos de la fe católica, la Evangelii
praecones (02-06-1951) sobre el modo de promover la obra misional, la Haurietis
aquas (15-05-1956) sobre el culto al Sagrado Corazón de Jesús.
Es el Papa que, en
continuidad con los sumos pontífices que lo precedieron, desarrolló la Doctrina
Social de la Iglesia con documentos como los radiomensajes La solennità
(01-06-1941) en el 50° aniversario de la Rerum novarum de León XIII y
Benignitas et humanitas sobre el problema de la democracia; es el Papa que fue
"pionero" en el magisterio pontificio sobre materia bioética con
numerosos discursos destinados a los diversos agentes sanitarios; es el Papa
que definió el dogma de la Asunción de la Santísima Virgen María en la
Constitución apostólica Munificentissimus Deus (01-11-1950), y un largo
etcétera que lo honran como uno de los sumos pontífices más importantes de la
historia de la Iglesia y del mundo.
Con todo, es lógico asociar
a Pío XII con la Segunda Guerra Mundial. Al respecto, el p. Pierre Blet, S. I.,
publicó un libro titulado, precisamente, Pío XII y la Segunda Guerra Mundial
(Cristiandad, Madrid, 2013, 2° edición), en el que presenta una versión resumida
de las Actas y Documentos de la Santa Sede relativos a la Segunda Guerra
Mundial. El p. Blet, S. I., fue uno de los cuatro jesuitas a los que san Pablo
VI pidió publicar los documentos mencionados. Los compañeros del p. Blet, S. I.
fueron Angelo Martini (Italia), Burkhart Schneider (Alemania) y Robert A.
Graham (Estados Unidos). Se los conocía como "los cuatro
mosqueteros".
Otra figura relevante a
tener en cuenta para conocer y apreciar a Pío XII y su obra es el p. Peter
Gumpel, S. I., relator en la causa de beatificación. "«Varios judíos
estaban escondidos en el Vaticano -explica el padre Gumpel- y Pío XII se impuso
para que se quedaran todo el tiempo necesario, también a costa de enfrentarse a
quien quería echarles». El padre jesuita se refiere al cardenal Nicola Canali,
entonces presidente de la Comisión para la Ciudad del Vaticano, el cual ante
salvar vidas prefería una coherencia más pragmática con la línea oficial de
neutralidad de la Santa Sede" (Federico Cenci, "Aquellos niños judíos
nacidos en la cama de Pío XII.", en Zenit, 02-03-2015). Y agrega:
"Vidas humanas que no solo fueron salvadas, sino también nacieron gracias
a la ayuda ofrecida por la Iglesia en ese funesto período.
El número de judíos que
encontraron refugio en Castel Gandolfo, dentro de los muros del Palacio
Pontificio, es impreciso. Más definido es el número de mujeres judías
embarazadas que allí dieron a luz. «Cuarenta niños judíos nacieron en la
residencia de Castel Gandolfo, algunos incluso en la cama personal de Pío XII -explica
el padre Gumpel-. Él sabía todo esto y envió víveres»".
Cenci recuerda que
"cuando el 8 de octubre de 1958 Pío XII murió, varias asociaciones y
periódicos judíos y sionistas de todos el mundo, junto a los rabinos de
Londres, Roma, Jerusalén y otros en Francia, Egipto, Argentina, lloraron la
pérdida de ese Papa que Golda Meir (ex primera ministra israelí) definió como
«un gran servidor de la paz».
Y para comprender la importancia de la obra
dirigida por Pío XII no puede no ser citado el caso de Israel Zolli, el jefe
rabino de Roma que, después de acabar la guerra, se convirtió al catolicismo
tomando como nombre de bautismo «Eugenio» en reconocimiento a Pacelli".