Jorge E. Medina*
Abril
de 2020
El
presente trabajo pretende promover
pensamientos de fraterna unidad global entre los hombres, ya que todo pareciera
indicar que estamos en un momento propicio para comenzar a pensar en la
construcción de dicha unidad “monista”,
por estar la humanidad toda, atravesando tiempos de una fuerte pedagogía de adversidad.
Se
trata de abordar estos temas con la
debida profundidad pero con pensamientos simples, pues la verdad siempre estará más cerca de lo
sencillo que de la abundancia de
palabras.
Cabe
señalar, que el escenario actual del mundo es
aterrador en términos de avance de la infección producida por un virus
y llama la atención ver en este
contexto, cómo al sentirse amenazados
todos los países por el mismo
flagelo y con fuerte compromiso de muertes,
empezaron a manifestarse en todo el planeta pensamientos de unidad, uniformidad
o al menos de coincidencias.
En
efecto, personas de todos los puntos del planeta expresándose a través de las redes, se
sintieron igualmente vulnerables; todos se reconocen seres lábiles y del
mismo barro; todos comenzaron a proclamar los mismos valores tales como la solidaridad, la
caridad, la humildad y se vio hasta
surgir una culposa reflexión por las malas praxis terrenas, individuales y de
conjunto. Basta analizar videos
producidos por todo el mundo.
Lamentablemente no ocurrió lo mismo en el caso de algunos
dirigentes cuyas actitudes no eran para nada unificantes.
Frente
a ello en el campo moral trascendente,
la pregunta es: ¿Por qué no podría ser
posible AHORA soñar y tratar de que empiece a cumplirse el anhelo cristiano de la Ultima Cena,
de que TODOS SEAMOS UNO?
Habrá
llegado ya el momento de construir una
arquitectura humano-trascendente de cara a ese “omega” cristiano y simultáneamente y en
consonancia con ella empezar a construir
también una nueva arquitectura humano- terrenal?
Traduzcamos
y entendamos mejor esto.
Se
trataría de intentar organizar el pensamiento humano-trascendente tras UNA doctrina o modelo moral, ponderando o decantando previamente otros pensamientos trascendentes
(por respeto a tales ideas y a la búsqueda de identidades).
El “todo” de la doctrina cristiana puede intentar esta tarea y amalgamar
FINALMENTE junto a sí a otros pensamientos religiosos.
La estrategia operativa de inicio para la búsqueda de coincidencias,
podría estar basada en un racimo de
virtudes ecuménicas, que de seguro ya existen.
En
un orden más terrenal, simultáneamente se podría tender a UNA nueva organización
humano-terrena tras UN “modelo” mundial o global, de inteligente
convivencia entre las comunidades y sus Estados y respetando sus
diversidades obviamente.
Esto significaría ir trabajando paulatinamente
hacia UN UNICO modelo NOOCRATICO; esto significa, sociedades
como lo pensaba Platón, que diseñan,
empoderan y controlan a sus Estados en base a la “POLITICA DEL CONOCIMIENTO
Y LA SABIDURIA, y no en base a las
decisiones de las mayorías y sus vicios, amparados en el modelo DEMOCRATICO.
La
Tecnología de hoy en crecimiento exponencial, facilitaría ello, ya que estaría
haciendo posible cada vez más lo que
podemos bautizar como “POLITICA DEL
CONOCIMIENTO”, hoy aún no desarrollada como tal.
Finalmente
dicho ejercicio de la sabiduría
aplicada a la Política, de seguro que deberá incluir un blindaje ético moral
del Estado, el cual sería un nexo vinculante con el anterior
objetivo de unidad humano-trascendente
ya mencionado.
Cómo
debiera ser el camino hacia estos objetivos?...
es el desafío que queda flotando y que seguramente debe ser causa de un más exhaustivo trabajo intelectual.
*Especializado en “Responsabilidad Moral en las Organizaciones” .
Articulo editado con fines periodísticos y de
libre divulgación general-